Uno de los desafíos cuando una mujer se convierte en madre, es poder con todas las tareas simultáneas que se presentan; entre ellas, ocuparse no solo del estilo propio, sino también del de los niños de casa. Aunque a unas puede dárseles con una facilidad suprema, otras nos hemos visto frente al armario de los chicos sin saber qué prendas escoger.
Así, y observando que hemos superado estos obstáculos de la maternidad, queremos compartirte nuestros secretos para saber combinar satisfactoriamente las prendas de tus hijos. Esto te permitirá crear estilismos fascinantes con lo que ya cuentas en casa; así como tener mejores conocimientos para invertir tus euros correctamente a la hora de comprar en una tienda de ropa infantil online y no morir en el intento.
Trucos básicos de vestimenta para elegir y organizar la ropa de tus hijos
Pese a que pueda parecer tarea imposible, establecer unas reglas indispensables en la organización del armario de tus hijos, es el primer paso para mejorar la experiencia cada vez que decidas armar un outfit.
1. Clasifica la ropa
Si una de tus mayores trabas es no tener un inventario claro de lo que posees para vestir a tus infantes, probablemente repitas las mismas combinaciones una y otra vez. En este caso, encárgate de seleccionar el vestuario por función y en grupos:
- Utiliza la fórmula parte de arriba + parte de abajo + enterizos.
- Observa los colores como grupos. Ello te va a permitir adjuntar las partes anteriormente mencionadas que correspondan a un mismo color, y colocarlas juntas.
- Luego que tengas todos los grupos con la totalidad de prendas que tengas, organízalos por gama de tonalidades: Comienza por el negro, seguido del blanco, luego el beige, amarillo, naranja, rojo y así sucesivamente.
Esta técnica te permitirá no perder de vista ningún artículo, además de tener mayor perspectiva sobre los tonos que combinan entre sí… ¿Ya le colocaste a tu hija una falda azul? Revisa en el color blanco o rojo, alguna parte de arriba que pueda hacerle juego.
2. Implementa colores neutrales
Un truco que te puede sacar de apuros, es tener tonos clásicos que sean tu escape a la hora de conjugar colores más atrevidos como verdes, amarillos, u otras tonalidades cálidas; ya que tienden a ser difíciles de combinar con colores de la misma gama y con pigmentos fríos. En este caso, piezas de mezclilla, blancas, negras o grises, serán tu comodín de primera mano.
3. Alterna estampados
Si te gustan los cuadros, las rayas, los lunares, y estampados similares; escoge prendas de ropa variadas entre partes de arriba y de abajo. Esto, considerando que si solo escoges faldas, pantalones y shorts estampados, se sentirá repetitiva la construcción de looks; y viceversa con las partes de arriba. Para evitar lo anterior, alterna los estampados en las prendas de ropa, y compra estas piezas en función de otras unicolores que tengas en el armario.
4. Ten suficientes prendas clásicas a tu disposición
Pese a que los modelos en tendencia son funcionales, la ropa de corte clásico nunca pasa de moda: ¡Son excelentes para combinar todo tipo de cosas! No tienen caducidad temporal, por lo que también son el diamante de familias donde hay niños de diferentes edades; ya que permite reciclar un tipo de prenda en diferentes generaciones. Además, ayuda a neutralizar estilos más elaborados, y a equilibrar la balanza para llegar al resultado deseado.