Uno de los problemas que siente toda mujer: tiene el armario lleno de todo tipo de ropa, ¡pero nada que ponerse! ¿Cómo es posible? ¿Cuál es el fenómeno absurdo que nos lleva a esta situación? ¿Qué se esconde detrás de todo esto?
Despertarse por la mañana es una pesadilla para todo el mundo, pero para nosotras las mujeres aún más. Elegir el modelo perfecto para ir a trabajar, a la escuela o clase es un drama . ¿Qué elegimos el confort o la elegancia? ¿súper fashion o clásica? Seleccionamos cuidadosamente la ropa que ponernos todos los días y luego nos miramos en el espejo y pensamientos perturbadores corren por nuestra mente «¿porque compré esta camiseta?» o «¿por qué elegiría estos pantalones? ¡Mira mi vientre!» y en la siguiente media hora no hacemos otra cosa que vaciar el armario y, al final, siempre usamos el mismo par de pantalones vaqueros.
Afortunadamente, en este artículo os vamos a desvelar algunos trucos, ¿pero realmente no tenemos nada que ponernos? Sí, sí pensamos en ello, de hecho, no es cierto que en nuestro fondo de armario no haya nada que nos guste.
Levantarte la autoestima puede ayudarte:
Para apreciar más tu armario quizá baste simplemente con dejar de menospreciarte: ese lado no es tan horrible como crees, esos brazos no están más hinchados de lo que deberían o no te obsesiones con tu barriga son todos los elementos perturbadores para nuestra autoestima. Así que si ese vestido floreado lo compramos en su momento es porque nos gustó mucho, aunque ahora nos genere dudas, solo necesitamos un poco de coraje para ponérnoslo una noche cualquiera.